La Fiscalía General de la Nación calcula que entre 1988 y 2014 se produjeron en Colombia más de 2.248 muertes por “falsos positivos”, un macabro procedimiento por el cual miembros del Ejército Nacional asesinaban a civiles ajenos al conflicto armado, para presentarlos como guerrilleros dados de baja en combate, aumentando de forma artificial la supuesta efectividad de las fuerzas militares.